Distribución actual de las 200 iglesias en Haití.

200 de las 1000 iglesias del proyecto de la Iglesia Yonsei ya han sido construidas en tan solo 5 años y 2 meses. Las iglesias de Haití, desde la primera (en Cité Soleil, 11 X 17 m de tamaño, capacidad para 200 personas) hasta la última, número 200, (en Sodo, 8 X 13 m, capacidad para 80 personas) han costado mucho trabajo y sudor. Las 200 iglesias en Haití están distribuidas de esta manera: 141 en el departamento Oeste, uno de los 10 departamentos del país, donde se sitúa la capital; 16 en el Grand’Anse; 15 en el Artibonito; 11 en el Sureste; 10 en el Centro; 5 en el Sur; y 1 en Nippes y Noroeste respectivamente. Estas iglesias reciben el foco de atención de los vecinos por su modernidad, y suponen una gran contribución en el desarrollo regional y social al ser utilizadas como centros educativos durante el día. El número de alumnos de dichos centros llega a ser de 30 a 200. Cumple con su principal función de escolarización obligatoria y de enseñanza bíblica.

Recibimos continuas noticias de avivamiento de las iglesias ya edificadas. En la iglesia número 10 de Puerto Príncipe, por ejemplo, a partir de la finalización de su construcción (Julio 2014), llegaron a multiplicarse de 80 a 120 personas en solo unos meses. Y en Octubre del mismo año se incrementó a 200 después de la conferencia dada por el pastor Seokjeon Yoon (pastor Yoon) en el local. Progresando del mismo modo, la iglesia tuvo que ampliar sus instalaciones duplicando su capacidad. En la zona Canaán 2 de la capital, la iglesia número 16 igualmente tuvo que duplicar su tamaño por el mismo motivo. La número 36 y 42, fueron también ampliadas de 99 m2 a 148 m2. 

El promedio de duración de estas construcciones ronda los 4 meses y el coste se encuentra alrededor de los 7000 dólares americanos.

El misionero encargado de las obras recorrió numerosas sociedades comerciales para obtener materiales a buen precio con el fin de disminuir el gasto. Y fue quien ideó y aplicó  los mejores métodos de construcción. Por otra parte, los pastores principales y los miembros de las iglesias participaron ellos mismos en los procesos de ingeniería civil y de construcción excepto en aquellos aspectos en los que se requería técnica de alto nivel. Su aportación contribuyó a economizar los gastos en la mano de obra y de construcción. 

Las iglesias seleccionadas para las obras fueron las de los pastores que asistían a la reunión de oración de 2 a 3 horas diarias. Estas reuniones fueron dirigidas por un misionero encargado que informó con detalle a los pastores sobre el objetivo de la construcción del templo de Dios en varias áreas y promovió la participación en las obras entre los congregantes. Las iglesias fueron encomendadas a los pastores más diligentes en la oraciones.

Nada fue fácil

El Señor lo hizo todo

El misionero recuerda que los últimos 5 años en la construcción de las 200 iglesias no fueron fáciles. Terreno, arquitectura, mano de obra, situación política local, etc. le fueron de gran desventaja. 

Haití es un país montañoso y pedregoso, y también muy árido. Estos fueron los mayores obstáculos a la hora de la construcción. Dada la condición topográfica, los camiones no podían trasladar los materiales hasta las zonas altas. Las motocicletas reemplazaron a los camiones en la ladera del monte hasta un punto y luego todo se transportó  a pie. Se tuvieron que hacer grandes esfuerzos para mantener la seguridad y surgieron complicaciones con las administraciones públicas. Que las 200 iglesias pudieran ser levantadas en semejantes circunstancias, dice el misionero, «es una gracia de Dios». 

Junghyun Oh periodista

위 글은 교회신문 <639호> 기사입니다.